15/9/23

EL PADRE EN LAS LETRAS DE TANGO (libro de HILDA GUERRA) Informes del Sur -Desde Boedo

 

          EL PADRE EN LAS LETRAS DE TANGO

 

                                               Hilda Guerra

 

 

 

 

Se gestó  en los finales de “Caño 14”  de la calle Talcahuano, compartía una mesa con varios tangueros  y le confié al oído  al periodista Jorge Göttling que las  letras  escandalosamente realistas  me causaban gracia. El bien sabía que mi padre Rafael Blasco y mi madre Josefina Rizzo

me enseñaron a amar el dosxcuatro.

                                                                             HG                                                                                              

 

 

             

 

Cada canción tiene su propio olfato y vibración

si le sumamos su propia energía

se piensa  en lo profundo de  su alma

porque en el centro de ella está  su mente

que viene a ser algo así

como el espíritu del pensamiento

entonces:

¿cómo se calcula el peso de un tango, vals o milonga?


 

                                       DON JUAN  Música: Ernesto Ponzio                                                                            Letra: Ricardo J. Podestá     

 

                              Yo soy el taita del barrio

                           nombrado en la Batería

                           y en la Boca cualquier día

                            no se me dice “señor”

                            Y si voy por los Patricios

                            se acobarda el más valiente

                            y estando entre mucha gente

                            me la largo...me la largo de “dotor”

 

                            En el tango soy tan taura

                            que cuando hago un doble corte

                            corre la voz por el Norte

                            si es que me encuentro en el Sur.

Y pa’ bailar la Yuyeta

si es que me visto a la moda

                            la gente me dice toda:

                            Dios le dé...Dios le dé vida y salud.

 

                            No hay teatro que no conozca

                            pues hasta soy medio artista

                            y luego tengo una vista

                            que hasta dicen que soy luz.

                            y la forma de mi cuerpo

                            arreglada a mi vestido

                            me hace mozo muy querido,

                            lo juro...lo juro por esta cruz.

 

 

                            Yo soy el taita del barrio

                            preguntesenló a cualquiera.

                            no es ésta la vez primera

                            en que me han de conocer.

                            Yo vivo por San Cristóbal

                            me llaman Don Juan Cabello,

                            anóteselo en el cuello

                            y ahí va... y ahí va si me quieren ver.

                           

                            Calá, che, calá

                            Siga el piano,  che,

                            Dese cuenta usted

                            y después dirá:

                            con este taita

                            podrán por el Norte

                            Calá, che, qué corte,

                            calá, che, calá.

 

No se sabe con precisión el año de su escritura. Fue dedicado en el  café de Hansen  al taita don Juan Cabello.

                              TERRITORIOS DEL TANGO       

   En un principio fue el tarareo o silbido pero logró ser  nuestra  historia cantada con todos los  perfiles, el sentimiento más hondo musicalizado y el baile más sensual del mundo. Factores internos y externos pretendieron apagarlo. No lo lograron. Vivió muchas transiciones y está aquí más vivo que nunca como Patrimonio de la Humanidad. Si pretenden  destruirlo deja el germen entre escombros y  vuelve a reproducirse dando origen a otro dosxcuatro, cuatroxocho o dieciséisxtreintidos. Da lo mismo, mientras no pierda la esencia.

 Hay un territorio en conflicto; el de su origen. Nació probablemente en la década de 1860, como una forma distinta de bailar algunas danzas por entonces populares en Buenos Aires y Montevideo, especialmente la polka, la mazurca y la milonga.

      Allá por 1870,  los ricos, por culpa de la construcción del nuevo puerto  debieron mudarse del barrio del alto (San Telmo) al norte (Retiro y Recoleta) antes puntos despreciables y orilleros. En el año 1871 azotó a Buenos Aires la fiebre amarilla.

      Desde la Colonia el vocablo daba vueltas. Algunos lingüistas esbozan  fórmulas según la cual existió una etapa de transformaciones que derivaron en la palabra tango como deformación de tambor. Tras el paso previo por tambo  (lugar de reunión) tánpu (campamento – voz de origen quechua) 

   Para los que sostienen que es una voz africana después de rastrear  varios dialectos, recalcan que tango significa lugar cerrado o círculo, en el sentido de club. Observan que entró al Río de La Plata con los  negros, con su significación de baile.

   Otros  apuntan que hace su  ingreso  a mediados del siglo XIX, desde la vieja España, específicamente desde Andalucía entre zarzuelas y tonadillas. 

    Para muchos historiadores el  tango circuló simultáneamente en la región andaluza y por derivación a capitales de América.

    Hay muchas conjeturas  pero negar que el tango es rioplatense es patético, como negar la existencia de esta ciudad o Montevideo.

   Pensar solamente que es un producto híbrido del arrabal porteño, sin analizar la psicología de los millones de inmigrantes que se precipitaron hacia estas tierras, es suicidar la historia. El hibridaje es inevitable y  siempre fecundo. Baste recordar la música negra de los Estados Unidos de América.

  Hay indicios de tangos en 1874 en las coplas de “El Queco”burdel- en la sublevación mitrista que siguió a las elecciones cuando las cantaron  las tropas del Gral. Arredondo, al entrar en Córdoba y San Luis.  De allí pasó a los bailes de los alrededores castrenses.

  Si ahondamos en los vericuetos de  la sociología y en especial el psicoanálisis, podemos hacernos un picnic con las letras de los tangos y en especial con las que hablan de la base: madre y  padre. Éste casi siempre ausente. 

   Si ignoramos quién es nuestro  padre  vamos a suplantarlo. Si se lo desvaloriza  cargaremos las tintas sobre él. En  esta crónica carnal  aquél que no recibe consejos de un papá se vuelve retórico y  en definitiva asume ese rol.

    El tango tiene códigos que conserva y amplia. Tuvo mucho que ver en esto el suburbio, la marginalidad, la inmigración.  Su impronta expulsa naturalmente lo docto ilustrado. Lo paradojal es que cada vez hay que estudiarlo más. Emplea el sarcasmo cuando intuye que le quieren vender una postal en vez de mostrar la realidad.

   Es una galería  que conserva sus esmaltes. Su brillo necesitó mucho pulido desde abajo; porque  rechaza la cera perfumada. Barre  la superficialidad, aflora  la ironía y sabe reír de sus propias falencias. A sus cultores, para acceder a las gradas de  aceptación,  los hace caminar hacia atrás.  Posee escaleras hacia abajo. Da la impresión que desde un principio se  las supo  todas con verso o sin el.

   A comienzos de la década del 80 la milonga ocupó un lugar destacado en el gusto popular. Ella  está en la génesis del tango, con una presencia más viva aún que la forma ya veterana de la habanera antillana pura. Nació cantada y con el transcurso del tiempo pasó a ser también baile.  Pero hay que tener en cuenta: vamos a milonguear, podía significar cantar o bailar, o ambas cosas a la vez.  La bailan los compadritos de la ciudad para burlarse de los eventos  que organizaban los negros. Ellos  también dieron un aporte significativo al género y  entre todos sumaron firuletes para derivar en  una danza  tratada de audaz o guaranga y no en pocos casos vilipendiada por  procaz,  con ciertos quiebres propios de la coreografía del candombe y el abrazo de la pareja, sin posibilidad de lejanía física..

    La milonga se parece mucho al cantar por cifra, con la diferencia  que esto es propio del gaucho payador y a la milonga le rinde culto  el compadraje. Sin embargo esta moda fue rápidamente captada por los payadores que  actuaban en fondines, reuniones particulares, comités. Los  empresarios la ubicaron como  pieza clave en  las primitivas representaciones del circo criollo.

 Una de las hipótesis podría ser: arrancó con la habanera, pasó por la milonga y culminó con el tango.

                                               EL GAUCHO

                          

                                                  Supe una vez por desgracia,

                                                  que había un baile por allí,

                                                  y medio desesperado

                                                  a ver la milonga fui

                                                                        “Martín Fierro” (1872)

               

   En la Argentina el término gaucho aparece en 1774 cuando los funcionarios se quejan de las acciones de los gauchos o cuatreros que operaban en la Banda Oriental. Voz indígena derivada de la  araucana hauchú, o de la quechua hauk-cha que significa huérfano.

  El rasgo sobresaliente del gaucho es su afición al  mate, el canto y la guitarra. Además del uso del caballo. De origen mestizo, mezcla de sangre española e india.

  Muchos lo ven como una prolongación del andaluz con trazos arábigos. Era un hombre esencialmente libre y constituyó un grupo social que combatió en todas las guerras posibles, desde las invasiones inglesas. Censurado por ocioso y vagabundo y más aún como  ladrón de ganado fue perseguido por las clases opresoras, sin tener derechos. 

    Asocian sus características al  medio ambiente y en un sentido más amplio lo comparan con el cosaco, mongol y el cowboy. También por el aislamiento y la  falta de interés por los bienes materiales.

    Su punto de reunión era la pulpería, bebía y cantaba cielitos. Allí  eran frecuentes las riñas y peleas a cuchillo.  El gaucho rara vez se unía en matrimonio. Si tenía  hijos no los abandonaba; construía  un rancho cerca de alguna estancia, donde espera encontrar trabajo:                 

 

                                   Al dirme dejé la hacienda

                                   que era todito mi haber

                                    pronto debíamos volver

                             sigún el Juez prometía

                             y hasta entonces cuidaría

                            de los bienes, la mujer.

 

                            Después me contó un vecino

                            que el campo se lo pidieron

                            la hacienda se la vendieron

                            p’a pagar arrendamientos.

                           Y qué se yo cuántos cuentos                        

                            pero todo lo fundieron.

        "Martín Fierro"

 

Jaime Dávalos supo decir:

 

                       Tierra de conquistadores

                       siempre fue tierra de guachos.

                       Esos gauchos vivarachos,

                       pendencieros y cantores,

                       que curtidos en rigores

                       y sin perro que les ladre.

                       Sin Dios, sin ley y sin padre

                       nunca pudieron creer

                       en otro amor de mujer

                       que no fuera el de su madre.

 

 

Antes de la reforma de 1912, para poder votar había que empadronarse en el  Registro. Quien controlaba el Registro Electoral, controlaba los comicios, que decidían quién podía  empadronarse: 

 

Dios te salve, M­’Hijo

Música: Agustín Magaldi y Pedro           Noda

Letra: Luis Acosta García 

(1930)


El pueblito estaba lleno de personas forasteras

los caudillos desplegaban lo más rudo de su acción

arengando a los paisanos a ganar las elecciones

por la plata, por la tumba, por el voto o el facón.

Y al instante que cruzaban desfilando los contrarios

Un paisano gritó: ¡Viva!, y al caudillo mencionó...

Y los otros respondieron sepultando sus puñales

En el cuerpo valeroso del paisano que gritó.

Un viejito lentamente se quitó el sombrero negro,

estiró las piernas tibias del paisano que cayó,

lo besó con toda su alma, puso un Cristo entre sus dedos

      y goteando lagrimones entre dientes murmuró:
      

Pobre mijo, quién diría que por noble y por valiente

pagaría con su vida el sostén de una opinión.

Por no hacerme caso, mijo, se lo dije tantas veces

no haga juicio a los discursos del dotor ni del patrón.

Hace frío ¿verdad mijo? Ya se está poniendo oscuro.

      Tápese con este poncho y pa’ siempre yeveló.

Es el mismo poncho pampa que en su cuna cuando chico

muchas veces, hijo mío...muchas veces lo tapó.

Yo vi´a d’ir al Campo Santo, y a la par de su agüelita,

con mi daga y con mis uñas una fosa voy a abrir.

A las doce de la noche llegó el viejo a su ranchito

y con mucho disimulo a la vieja acarició

y le dijo tiernamente: “Su cachorro se ha ido lejos,

se arregló con una tropa, le di el poncho y me besó.

Y ahura, vieja, por las dudas, como el viaje es algo largo,

préndale unas cuantas velas, por si acaso, nada más.

Arrodíllese y le reza, pa’ que Dios no lo abandone...

y suplique por las almas que precisan luz y paz”

 

 

POBRES MIS NEGROS  
 
      Hay un oscuro tinte en la canción de medianoche

                                  una pena oculta al borde del eclipse

 

 

Vicente Rossi asegura que el tango tiene motas en la raíz: 

 Pobres mis negros” supo decir el General José de San Martín al mes siguiente de la batalla de Chacabuco. Cuando  regresaba a Buenos Aires descubrió  montículos con soldados de color sin sepultar.

                              

Papá Baltasar (milonga-candombe)

Letra: Homero Manzi

Música Sebastián Piana

 

Dormite mi niño Pedro que está por llegar

envuelto de nube y cielo Papá Baltasar.

Llenita su alforja blanca con cien matracas,

con un tambor y un trompo de cuerda larga

y un tren de carga y un carretón.

Dormite mi niño Pedro que está por llegar,

al tranco de su camello Papá Baltasar.

 

Un ángel nació en Oriente, el pelo color de té,

lo acompañan dos palomas y  un burrito de Belén.

Tres Reyes buscan su cuna detrás de una estrella azul.

La madre, madre María, y el niño, Niño Jesús.

De mi niño, niño Pedro, no te vayas a olvidar.

Que el niño es el más negro y el más pobre, Baltasar.  

 

                   Mi Pedro escribió una carta, Papá Baltasar.

y un ángel con alas blancas la pudo llevar.

Mi niño ya está soñando con la matraca, con el tambor.

Y el trompo de cuerda larga y el tren de carga y el carretón.

Dormite mi niño Pedro que está por llegar,

envuelto  de nube y cielo, Papá Baltasar.

 

El quiere un soldado nuevo

y una espada y un fusil

y para subir al cielo

un globito de candil

 

 

   El valor de un esclavo en términos monetarios era importante en el Río de la Plata, por eso no era buen negocio abusar de ellos, pero, finalmente llegó el exterminio, además de la fiebre amarilla.

 

Juan Manuel. (Piana-Manzi)/ ...Candombe de los morenos por los barrios del tambor/ Candombe de noche roja por la Niña y el Señor/ En vaina de sombra turbia la traición es un puñal/ Urquiza viene llegando, lo saldremos a esperar/ Cuntango, carancuntango,cuntangó,carancuntán.

 

 

                   

Negra María  (milonga)   

 Letra: Homero Manzi

  Música: Lucio Demare

                                    

                   Bruna, bruna.

                   Nació María y está en la cuna.

                   Nació de día, tendrá fortuna.

                   Bordará la madre su vestido largo.

                   Y entrará a la fiesta con un traje blanco

                   y será la reina cuando María cumpla quince años.

                   Te llamaremos, Negra María.

                   Negra María, que abriste los ojos en Carnaval.

                   Ojos grandes tendrá María,

                   dientes de nácar, color moreno.

                   Ay qué rojos serán tus labios,

 ay que cadencia tendrá tu cuerpo.

Vamos al baile, vamos María.

Negra la madre, negra la niña.

Negra... Cantarán para vos las guitarras y los violines

y los rezongos del bandoneón.

                   Te llamaremos, Negra María.

                   Negra María, que abriste los ojos en Carnaval.

                   Bruna, bruna.

                   Murió María y está en la cuna.

                   Se fue de día sin ver la luna.

                   Cubrirán tu sueño con un paño blanco.

                   Y te irás del mundo con un traje largo.

                   Y jamás ya nunca, Negra María tendrás quince años.

                   Te lloraremos, Negra María...

                   Negra María, cerraste los ojos en Carnaval.

 

                   Ay que triste fue tu destino, ángel de mota, clavel moreno.

                   Ay qué oscuro será tu lecho. Ay que silencio tendrá tu sueño.

                   Vas para el cielo, Negra María, llora la madre, duerme la niña.

                   Negra...sangrarán para vos las guitarras y los violines. 

 

Gabino Ezeiza (1858-1916)  payador mulato autor de una centena  de composiciones, introdujo hacia 1884 el contrapunto milongueado en sus actuaciones circenses.  Hubo una famosa payada de tres noches librada por él  y Pablo Vázquez en 1894 en el Florida, de Pergamino.

 

Gabino” (Manuel Romero)/...no cantó p’a los discos Gabino/por la radio su voz nadie oyó/ pero en cambio su lírico trino/ en el alma del pueblo vibró/ Payador de otros tiempos, genuino/ y admirable cantor nacional/ encordó Santos Vega, el divino/ su guitarra de sentimental

 

    Quizá el mayor aporte negro se perfiló en los salones y academias de baile o peringundines  de 1860 que culminaron su existencia hacia 1880.  La presencia del negro bailarín y  la regencia de las negras, generalmente prostitutas ascendidas es fundamental.

    Hubo negras y mulatas en esas casas de  averías, hasta que fueron sustituidas por las prostitutas de origen principalmente francés y polaco.  

     En estos lugares se bailaba el tango entre hombres, mientras esperaban el favor de alguna pupila.

   “El Entrerriano” pertenece al pardo motudo  Rosendo Mendizábal (1868-1913) pianista que actuaba en varias casas de baile. Estrenó esta pieza en 1897, en el local de María “LaVasca” de apellido  Rangolla.

   Los títulos de esos tiempos son picarescos y a veces pornográficos. Hacen referencia al sexo, o a las características físicas de las prostitutas de determinados quilombos: “La clavada”, “La franela”, “Con qué trompieza que no dentra”, “El serrucho”, “Cachucha pelada”, “La concha de la lora” (lora era el nombre que se daba a las rameras en general y en especial a las extranjeras recién llegadas). Además de “Déjalo morir adentro”, “Sacudíme la persiana”, o “Qué polvo con tanto viento”.  

“El serrucho” y “La budinera” son metáforas de órganos genitales. “El fierrazo” es el orgasmo.  Sobre “El choclo” circulan varias  versiones, una  alude al pene, otra muy distinta que es el  apodo de un malevo fioca amigo de Villoldo  cuyo  color de cabello era amarillo y otra que para el artista el choclo era lo más rico del puchero.   

   Desde los comienzos aparecieron las coplitas ingenuas o libidinosas,  según el ámbito donde se las cantara:

                         

                              Bartolo” 

                                (1890)

              

                    Bartolo tenía una flauta

                    con el agujerito solo.

                   Y la madre le decía

                   tocá la flauta Bartolo

 

Paradójicamente esta coplita sobre la masturbación se convirtió con el tiempo en una ronda infantil. A los padres de familia que conocían su origen les preocupaba sobremanera. La  letra completa decía:

 

                  Bartolo quería casarse

                   y gozar de mil placeres

                   y entre quinientas mujeres

                   ninguna buena encontró.

                   Pues siendo muy exigente,

                   no halló mujer a su gusto

                   y por evitar disgustos

                   solterito se quedó.

 

 

   Las composiciones negras también tenían  estrofas. En  1876  la revista “El  Carnaval de Buenos Aires” publicó:

 

   “El Merengue”

 

                        Ay si Flancisca muere.

                       Pobre menguengue.

                       Que va á querá.

                       Sin tener teta golda

                       de la morena

                       para chupá.

                      Y repué tata viejo

                       también solito

                      se va á querá.

                     Y ya a su Flancisca

                      en la hamaca no tenguerá.

 

 

 

LA INMIGRACION

 

La canción del inmigrante es la grabada en  los ojos de la despedida

                                        

El tango La Violeta (1929) del notable poeta Nicolás Olivari con  música de Cátulo Castillo describe así al tano:

 

Con el codo en la mesa mugrienta

y la vista clavada en el suelo

piensa el tano Domingo Polenta

en el drama de su inmigración.

Y en la sucia cantina que canta

la nostalgia del viejo paese,

desafina su ronca garganta

ya curtida de vino Carlón.

 

E la Violeta la va, la va, la va, la va,

la va sul campo que lei si soñaba

que l’era il suo gingin que guardándola estaba.

El también busca su soñado bien

desde aquel día tan lejano ya

que con su carga de ilusión saliera

como La Violeta que la va, la va.

        

Canzonetta del pago lejano

que idealiza la sucia taberna

y que brilla en los ojos del tano

            con la perla de algún lagrimón.

La aprendió cuando vino con otros

encerrado en la panza de un buque,

y es con ella que haciendo batuque

se consuela su desilusión.

 

Eran los solitarios que habían dejado sus mujeres en otros mares.

 El tango enfatizó de alguna manera el bastardaje que incluye los protagonistas de la primera inmigración. 

 

 

 Julián Centeya  sentenció: “El tango tiene la misma edad del aire”. El

empedernido porteño, el poeta más bohemio y nochero de Buenos Aires no nació en esta ciudad. Se llamaba Amleto Vergiat y vio la luz en la ciudad italiana de Parma el 15 de octubre de 1910. Vivió en Pompeya y en Boedo. Escribió en  las redacciones de Cine Argentino, Critica, El Laborista y Ahora.  Hizo radiofonía y dio conferencias. Escribió La Musa Mistonga,  La musa del barro  y la novela El vaciadero.

A  veces usaba otro  seudónimo; Enrique Alvarado.  Murió en Buenos Aires el 26 de julio de 1974.

De los letristas o poetas de su generación fue de los pocos que homenajeó al padre en un poema:

  

Quisiera amasijarme en la infinita

ternura de mi barrio de purrete,

con el cielo cachuzo de bolita

y el milagro coleao del barrilete.

 

Verlo a mi viejo un tano laburante

Que la cinchó parejo, limpio y claro,

y minga como yo: un atorrante

que la va de sover y se hace el raro.

 

Mi viejo carpintero era grandote,

y un cuore chiquilín, siempre en la vía.

Su vida no fue más que un despelote

y un poco, claro está, por culpa mía.

 

 

Vino en el “Conte Rosso”. Fue un espiro.

Tres hijos, la mujer, amás un perro.

Como un tungo tenáz la fue de tiro.

Todo se la aguantó: hasta el destierro.

 

Y aquí palmó...aquí está adormecido.

Mi viejo, el pobre tano laburante.

Se la tomó una cheno de descuido

y me dejó un recuerdo lacerante.

 

Que mundo habrá encontrao en su apoliyo

Si es que hay un mundo para los que se piantan.

Sin duda el cuore suyo se hizo grillo

y  su  mano cordial es una planta.

 

A partir del momento en que la Legislatura de la Confederación autorizó la entrada irrestricta de inmigrantes, las cifras de población crecieron. De  aproximadamente 1.200.000 habitantes en 1859 se pasó diez años después a 1.830.214,  para alcanzar en 1895 a  4.044.911  que se convirtieron en 8.092.216 para el censo de 1914, precisamente cuando la guerra europea cortó el flujo inmigratorio.

  Los que se arriesgaban a un viaje de tal magnitud para buscar un destino mejor eran en su enorme mayoría aquellos a quienes la miseria arrojaba de zonas paupérrimas de Europa, como Galicia, pueblos cercanos a Nápoles y Génova, la isla de Sicilia o la región calabresa. Eran también judíos que huían de los  pogromos de Rusia y Europa Central.

    No llegaron los cultos florentinos ni los españoles versados en el Quijote, arribaron seres semi-analfabetos. Hombres para quienes la educación sistemática era tan vedada como para un gaucho de las pampas. Fueron seducidos por la posibilidad de adquirir a muy bajo precio tierras de cultivo. Los folletos de propaganda prueban la magnitud del engaño. En su mayoría eran  personas provenientes de regiones campesinas que se encontraron con una estructura social de tipo feudal donde la tierra ya estaba repartida en manos de unos pocos terratenientes.

  El gaucho se había visto obligado a emigrar a los límites de la ciudad y se convirtió en orillero. La clase dirigente exaltó tardíamente sus  virtudes  y a pesar de que integraba la misma clase de los inmigrantes,  no cesaba en  manifestarle su repudio. Para él, el gringo personificaba los cambios tecnológicos y aunque no había competencia laboral porque uno hacia los trabajos de a pie y el otro los de a caballo, el gaucho odiaba que le alterasen sus costumbres. Hay muchos ejemplos de xenofobia (matanza de Tandil  1-1-1872).

         Por otro lado Sarmiento consideraba que la holgazanería del gaucho impedía el progreso del país  y también veía en él un peligro social por su potencial revolucionario. Aconsejó en 1861 al  Gral. Mitre: “No ahorre sangre de gauchos”.

         Es por todo esto que la nostalgia propia de muchas letras de tango es una característica tanto de la inmigración como del gaucho.  Compartían angustia, marginación y desarraigo.

 

      El cincuenta por ciento de los inmigrantes permaneció en Buenos Aires hacinado en conventillos. Estos grupos de extranjeros fueron también los que impulsaron la creación de las primeras asociaciones gremiales de la Argentina y alentaron las primeras huelgas.

 

        Entre  la guitarra, el canto y  la  pulpería se produce el encuentro de  la ciudad y el campo. Fue una mixtura de marginados: el inmigrante, el negro y el gaucho. La síntesis de distintas identidades que confluyen hacia una misma dirección.

La inmigración le dio un enorme aporte al tango. Los españoles trajeron a estas tierras su gusto por el teatro. Los italianos su pasión musical, su facilidad para ejecutar diversos instrumentos, su buen oído y su amor por el canto

   Eduardo García Lalanne, compuso la música de “Ensalada criolla”, el  libro pertenece a  Enrique De María, y se estrenó el 27 de enero de 1898 por la compañía de los Podestá en el Teatro Apolo. Se popularizó la escena en que aparecen el rubio, el pardo y el negro:

 

                              Yo soy el rubio Pichinango

                                         Yo el pardito Zipitría

                                          Yo nunca niego la cría

                                          soy el negro Pantaleón.

 

                                         Los tres somos cuchilleros

                                         más nombrados de la gente

                                         pues nos limpiamos los dientes

                                          con la punta del facón.

 

    Solamente cambia el discurso cuando hace referencia a la madre.

   Es una crónica directa,  un  autoanálisis sin evasiones menos con respecto a ella. Jamás le reprocha nada. Es sublime. Ante la ausencia del padre no deja entrever que  el hijo pudo ser fruto de una relación circunstancial. En lo demás es un libro de quejas del arrabal.

   La  música y danza de las orillas llegó al resto de la ciudad con los dulces organitos, las rondallas callejeras y las banditas populares.

   Se concibió en  ambientes cercanos al  puerto, en los cafetines y quilombos que bordeaban  la Vuelta de Rocha. En patios de tierra suburbanos y pueblerinos, en las carpas donde se amalgaman y entrecruzan milicos licenciados de la Expedición al Desierto. Entre carreros, peones de los hornos de ladrillos, cafishios, artesanos,  inmigrantes y obreros de las primeras fábricas.    

Andá, andá a la milonga” ¿Para dejar las penas de lado? ¿Y la contención del  padre?  Él, la mayoría de las  veces es soslayado y otras camuflado. A veces el caudillo político adopta  colectivamente el rol paterno. También,  deslumbra como protector, el guapo del barrio.

    La danza  nació en el lupanar igual que  la letra y se convirtió en el baile  del barrio. Los organitos han divulgado sus melodías disfrazadas de habaneras en las calles de la barriada pobre, para que fuera accesible a las mujeres decentes que no iban al prostíbulo. Ellas y los chicos las sabían de memoria.

   No pasaría mucho tiempo para subir peldaños. En  1912 llegó a los salones de la aristocracia europea.  

 

         El porteñito

    (Ángel Gregorio Villoldo)

 

         Soy hijo de Buenos Aires.

         Por apodo  El porteñito,

         el criollo más compadrito

         que en esta tierra nació.

        

Cuando un tango en la vigüela

         rasguea algún  compañero

         no hay nadie en el mundo entero

         que baile mejor que yo.

 

         No hay ninguno que me iguale

         para enamorar mujeres,

         puro filo y nada más.

         Y al hacerle la encarada

         al fileo de cuerpo entero,

         asegurando el puchero

         con el vento que dará.

        

Soy terror del malevaje

         cuando en un baile me meto,

         porque a ninguno respeto

         de los que hay en la reunión

         y si alguno se retoba

         queriendo meterse a guapo

         yo le encajo un castañazo

         y a buscar quién lo engendró.

        

         Cuando el vento ya escasea

         le formo un cuento a mi china

         que es la paica más ladina

         que pisó el barrio del sur.

         Y como caído del cielo

         entra el níquel al bolsillo

         y al compás de un organillo

         bailo el tango a su salú.

 

 

De ritmo ligero y azarzuelado fue compuesto aproximadamente en 1903 y grabado por el propio Villoldo  en sellos de  la época. Lo difundió exitosamente la voz de Alfredo Eusebio Gobbi a quién Héctor Bates le atribuye la paternidad de la letra. Aquí se perfila el rufián que estaba latente en el compadrito. Es un personaje recurrente del  creador.

 

Villoldo cuya fecha de nacimiento es incierta. es el primer letrista del tango (el padre).  Viajó a París en 1907,  con  otros dos pioneros del género,  Alfredo Eusebio Gobbi y Flora Rodríguez. Contratados  por la empresa Gath y Chaves para grabar  discos. 

 

Gobbi (1877-1938) compadre de Villoldo, también escribió temas en este tono: “Yo no trabajo/ no tengo rentas/ y nunca pienso en trabajar/ no pago a nadie/ ninguna cuenta/  y me divierte a mi el calotear” (robar).

 

   Villoldo murió el 14 de octubre de 1919 de cáncer, en la casa de la calle  Alsina 1281, donde vivía con la morocha Victorina.  Con él se fue el más importante hombre de la primera etapa del dosxcuatro. Compuso  “El choclo” (1903) que  en lo de Hansen era tanguito y  en el Restaurante Americano figuró como “danza criolla” para confundir al  dueño del local y para no alarmar a las distinguidas comensales.

   Fue un artista de la escena, tocaba tango lo cantaba y  bailaba. Hoy sería a la vez cantautor y  showman. Su obra es ecléctica.  Desempeñó los trabajos más disímiles, fue tipógrafo, cuarteador en Barracas, ejecutante de guitarra, armónica, letrista, periodista, poeta.  El Villoldo tanguista se desdobla en dos, el autor de tangos al modo andaluz, y el autor de milongas y tangos amilongados. También  escribió  habaneras, marchas, mazurcas, tonadillas, chotis, estilos, valses, cuplés. Las tonadilleras de la época incluían su repertorio en las presentaciones: Pepita Avellaneda y particularmente Lola Membrives. (“La camarera y el compadrito” cantado a dúo por Villoldo y Membrives).

 Sus letras tanguísticas  proceden del prostíbulo  y la forma del cuplé:

 

                                    Matufias o el Arte de vivir”

                                                   (Ángel Villoldo)

                                                               -1903-

 

Es el siglo en que vivimos de lo más original.

El progreso nos ha dado una vida artificial;

muchos caminan a máquina, porque es viejo andar a pie.

Hay extractos de alimentos y hay quien pasa sin comer.

 

Siempre hablamos de progreso buscando la perfección

y reina el arte moderno en todita su extensión;

la chanchulla y la matufia hoy forman la sociedad

y nuestra vida moderna es una calamidad.

 

De unas drogas hacen vino y de  porotos café,

de maní es el chocolate y de  yerbas es el té:
las medicinas veneno que quitan fuerza y salud,

los licores vomitivos que llevan al ataúd.

Cuando sirven algún plato en algún lujoso hotel

por liebre nos dan un gato y una torta por pastel.

El aceite de la oliva hoy no se puede encontrar

pues el aceite de potro, lo ha venido a desbancar.

 

El tabaco que fumamos es habano Pureclan

pues así lo bautizaron cuando nació en Tucumán.

La leche se pastoriza con el agua y  almidón

y con carne de ratones se fabrica el salchichón.

 

Los curas las bendiciones las venden y hasta el misal

y sin que nunca proteste la gran corte celestial.

Siempre suceden desfalcos en muchas reparticiones

pero  nunca a los rateros los meten en las prisiones.

Se presenta un candidato diputado nacional

y a la faz de todo el mundo compra el voto popular,

Se come asado con cuero y se chupa a discrición.

celebrando la matufia de una embrollada elección.

 

Hoy la matufia está en boga y siempre crecerá más

y mientras el pobre trabaja y no hace más que pagar.

Señores: abrir el ojo y no acostarse a dormir.

Hay que estudiar con provecho el gran arte de vivir.

 

 

MIXTURA ENTRE BACANES Y LA CHUSMA

 

 En la Argentina de 1890 orillero era  el individuo de clase media baja que no tenía  trabajo fijo, el obrero porque se consideraba a la industria  marginal en un país agricultor, además de todos los trabajadores callejeros y ambulantes y  los personajes vinculados al prostíbulo.

La relación entre el cafisho y la prostituta  era sumamente curiosa.   Taquera es la mujer que taquea o taconea, la que  hace levantes callejeros.

   China era la nativa. 

 

Abrame cancha, no sea salame,

hagase a un lao que pasa la taquera,

no hay como yo pa’ defenderse sola

y en amansar a un hombre soy primera.

 

¿No vé que ando con botas de gendarme,

pañuelo al cuello, pilcha fabriquera,

camisa di hombre abierta en la pechuga,

faca en la liga y jeta pendenciera?

 

Soy una china mandona.

Soy la taquera porteña.

Soy un as para el levante,

que a las demás las sobra por la greña.

 

         ...yo sufro por mi macho lo que venga

         me faja bien y lo quiero de veras.

         La biaba es la caricia del cafisho

         y p’aguantar se han hecho las taqueras.

 

 

    Muchos  personajes vinculados a la composición tenían mujeres que

trabajaban para ellos. El rufián, fioca o canfinflero es un personaje envidiado de la orilla. Se viste con cierto lujo. El compadrito en general se adorna con exageración. Imita la moda  de los ricos.  Llegaban a ponerse los anillos sobre los guantes. “Dandy” (1928 Música y letra: Agustín Irusta. Roberto Fugazot y Lucio Demare )/ Dandy ahora te llaman los que no te conocieron/ en el barrio se comentan fulerías para tu mal/ Has nacido en una cuna de malevos, calaveras, de vivillos y otras hierbas  ...pensá un poco en tu pobre viejecita y en su dolor. Tu pobre hermana, en el taller/ ...pero un día, cuando nieve en tu cabeza/ a tu hermana y a tu vieja llorarás.       

 

     Guapos y compadres rara vez se casaban conscientes de que su vida dependía de la suerte. Si el compadrito acababa en la cárcel no era cuestión de dejar viudas e hijos desamparados.  Además el celibato para la  gente de cuchillo era garantía de eficacia.  La ausencia de un amor o una familia les impedía titubear en medio de una trifulca. Malevaje  (Discépolo-Filiberto) /...ayer de miedo a matar, en vez de pelear me puse a correr/Me vi a la sombra o finao,/pensé en no verte y temblé/ si yo que nunca aflojé.../ Decí por Dios que me has dado/ que estoy tan cambiao / no sé más quien soy.                


   Existía entre el rufián y la pupila una relación amor-odio: “Que vida más arrastrada la del pobre canfinflero, el lunes cobra las latas, el martes anda fulero”  Las latas aluden a las fichas que entrega el que regentea el prostíbulo. La pupila las devuelve después de atender a cada cliente. Señala la mitad de la tarifa cobrada por el servicio. El lunes el cafiolo puntualmente las recogía: “Dame la lata que has escondido, ¿Qué te pensás, bagayo que yo soy filo. Dame la lata y a laburar. Si no la linda biaba te vas a ligar”.

 

    La muchachada juerguista improvisaba en los prostíbulos coplas de intención rufianesca. Las recreaban los poetas a destajo contratados por editores  del negocio del folleto. El público grueso bailaba el tango en los cafés-lupanares y si la cosa se ponía espesa arengaban: “Muchachos toquen una polka que viene gente”

    Los más distinguidos lo bailan en los clandestinos de lujo. El café  de Juan Hansen se habilitó en 1877. Era un rincón escondido en  el viejo  Palermo. Después de la muerte de Hansen acaecida en 1892,  se hizo cargo el inmigrante lombardo Anselmo R. Tarana. Parapetado en las vías del Central Argentino, tenia como  telón de fondo el  río. Era una  mezcla de prostíbulo de lujo y  restaurante. Allí las peleas eran frecuentes.  Fue recreo de bacancitos, patoteros y malandrines. Todas las noches  irrumpía la orquesta con El Entrerriano mientras afuera las estridentes voces de los cocheros  quebraban el silencio del bosque. El antiguoHansen” cerró definitivamente en 1912.

    Enrique García Velloso pone en boca del personaje  Ernesto, en el primer acto de “El tango en París” estrenado por la compañía de Florencio Parravicini en 1913:  “¡te veo todavía en el Hansen... ¿te acordás?,         

   

   Las fiestas de los carnavales también posibilitaron las mezclas. Desde tiempos de Rosas el carnaval en Buenos Aires era la fiesta popular por excelencia. Hacia fines del siglo XIX  los teatros se abrían para los bailes de disfraz. Al levantar las butacas de la platea se convertía en pista de baile. Los palcos y las localidades altas eran para descanso temporario de los bailarines. En los pasillos y vestíbulos se veían entusiastas orilleros y  las pupilas especialmente vestidas y muy maquilladas.

           Al carnaval callejero concurren niños bien disfrazados de pueblo.

 La inserción del tango en las clases altas es notoria. El escritor Ricardo Güiraldes (1886-1927)  escribe en francés a los ocho años a su madrina  agradeciéndole el regalo de una guitarra, y en un alarde travieso le comenta que su hermano Manuel le ha enseñado El Queco y  la milonga (Le Queco et la Milonga). El aristócrata  bailó el tango y lo enseñó en París.

 

La mixtura es paulatina aunque la línea de conflicto existió siempre. La orilla es mal vista por las clases altas y las medias asimiladas a aquellas. La chusma inmigrante sin ocupación ni profesión fija y la clase media baja  aspiran  a ascender socialmente y competir  en los puestos de mando social.

EL DOMINGO ES DE LA VIEJA

 

El payador  José Bettinotti, (1878-1915) hojalatero de profesión, entonaba:

 

Pobre mi madre querida

cuántos disgustos le daba

cuántas veces pobrecita

llorando lo más sentida

en un rincón la encontraba. 

 

  Este tema volvió a actualizarse al  ser cantado por Hugo del Carril en “El último payador” donde personificaba al payador. Film de Homero Manzi y Ralph Pappier.

 

“Pobre mi madre querida” film de Homero Manzi y Ralph Pappier.  Hugo del Carril personifica a Román.

 

“A mi madre”(Gardel-Razzano-Robles 1918) Pobre Madre yo de ella me olvidaba/cuando en brazos del vicio me adormí/...y al ver que gime mi angustiado pecho/todos se alejan de mi pobre lecho/ pero mi madre no...

 

“Viejecita Mia”(Marcucci-Dizeo 1923)/...Madrecita idolatrada. Mi viejecita adorada... Tres años estuve preso/...Yo te busco en vano,/ y es cuando más tu fiel cariño/lo imploro con ansias/ pero ya no estás...Madre mía...

 

“Perdón Viejita”(Saldias-Fresedi 1925) Perdón viejita, única amiga/ ...Yo estaba loco, fui un pobre hombre/yo la quería con devoción/...Aquella noche junté mis pilchas/ y sin decirte tampoco, adios/ te abandonaba viejita mía, para cambiarte por ese amor/...Perdón viejita, única amiga, /que me reciba tu bendición/ yo me arrodillo/beso tus manos y una y mil veces pido perdón...

“Patio mío” (Castillo-Troilo,1951): …Patio mío, donde mama me cebaba/ y el tango manso trenzaba cada noche un desafío

 

   Versos que  encierran la fantasía edípica de ocupar todos los espacios para la madre. La única preocupación de ella es su hijo, sus calaveradas, su camino descarriado. Jamás rezonga por su propia vida, ni por la falta de una pareja. La madre para el varón siempre está presente, aguantando todo.

Mala entraña”  (Flores-Maciel,1927) /...malandrín de la carpeta, te timbeaste de un balazo/ el caudal con que tu madre pudo vivir todo un mes/ ... se murió tu pobre madre y en el mármol de tu frente/ ni una sombra, ni una arruga que deschavara elocuente/ que tu vieja no fue un perro y que vos sabés sufrir.

 

“La gayola” (Tagino-Tuegols,1927) / ...y acordarme de aquel tiempo en que yo era un hombre honrado/ y el cariño de mi madre era un poncho...

 

“Garufa” (Fontaina- Soliño-Collazo,1928) / ...tu vieja dice que sos un bandido/ porque supo que te vieron la otra noche/ en el Parque Japonés.

 

“Medianoche” (Gagliardi-Troilo,1933) /...Ya mañana es domingo y es día de visitas, más yo sé que una sola para mi ha de ser/ mi viejita querida que por mí tanto sufre, que tanto me dijo y yo no la escuché

 

“Ladrillo” (Caruso –Filiberto) /...Los jueves y domingos se ve una viejita/ llevando un paquetito al que preso está

 

“Madre hay una sola” (de la Vega-Bardi) /...madre hay una sola.../y aunque un día la olvidé/me enseñó al final la vida/que a ese amor, hay que volver...

 

“Hacelo por la vieja” (Vivan. –Bonatti-Sciammarella) /... Hacelo por la vieja abrite de la barra/ya ves lo que te espera si continuás así/no ves que es peligroso tomar la vida en farra/hacelo por la vieja si no lo hacés por mi...

 

“Madre”  (Servetto-Pracánico) /…Madre. Las tristezas me abatían y lloraba sin tu amor...Madre. No hay cariño más sublime ni más santo para mí...

 

“Flor de fango” (Contursi-Gentile, 1917) (No queda claro si la madre la abandonó o murió.)

/...Mina que te manyo de hace rato/ perdoname si te bato que yo te vi nacer/ /... no tenías en el mundo, ni un cariño ni un consuelo/ el amor de tu madre te faltó...

 

En cambio en:“Cotorrita de la suerte”  (de Grandis-De Franco, 1927) La madre asiste a la tísica hasta el final.)

/...esperando al bien amado ansiosamente/ y la tarde en que moría tristemente/ preguntó a su mamita: ¿no llegó?

 

“Margot” (Flores-Gardel-Razzano, 1919) /...Se te embroca desde lejos, pelandruna abacanada/  que has nacido en la miseria de un convento de arrabal/ ...y tu  vieja, pobre vieja, lava toda la semana/ p’a poder parar la olla con pobreza franciscana/ en el triste conventillo alumbrado a querosén

 

   La idealización  a veces le hace asumir el  rol de marido.

 

                                                           Sentencia- 1923

                              ( Celedonio Flores- Pedro Mafia)

                                                        

                              Yo nací, señor juez, en el suburbio,

                              suburbio triste de la enorme pena,

                            en el fango social donde una noche

                             asentara su rancho la miseria.

                            El cariño de mi madre, de mi viejita adorada,

                            que por santa merecía, señor juez, ser venerada,

                            en la calle de mi vida fue como luz de farol.

                            Y piense, si aquella noche, cuando oí que aquel malvado

                            escupió sobre sus canas el concepto bajo y cruel,

                            hombre a hombre, sin ventaja, por el despecho cegado,

                            por mi cariño de hijo, por mi cariño sagrado,

                            sin pensar, loco de rabia, como un hombre lo maté.                 

                              .La audiencia, señores se ahogaba en silencio,

                              llorando el malevo ¡lloraba su pena! el alma del pueblo

 

   La madre le da seguridad, amparo,  cubre  sus necesidades; afuera está el mal.

 

“Tengo miedo” (Flores-Aguilar, 1926) Te suplico que me dejes, tengo miedo de encontrarte /...que me dejes con mi madre/ que, a su lado, santamente, edificaré otra vida, ya que me siento capaz.

 

Victoria”  (Discépolo,1929)/...Victoria. ¡Saraca!¡victoria! Pianté de la noria ¡se fue mi mujer!...¡Vivir con mama otra vez!/

 

“Cuando me entrés a fallar” (Flores-Aguilar,1940) /… te quiero como a mi madre, pero me sobra bravura/ p’a hacerte saltar p’a arriba cuando me entrés a fallar.

 

La casita de mis viejos” (Cadícamo-Cobián,1931)/...sólo la Madre nos perdona en esta vida/ Es la única verdad./ Es mentira lo demás.

        

   Pocas veces se atreve a la separación; significa cortar el cordón umbilical.

 

Mama...yo quiero un novio”(Fontaina-Collazo,1927) La letra y música de este tango la escribieron hombres./...Mama, yo quiero un novio que sea milonguero, guapo y compadrón/ que no se ponga gomina, ni fume tabaco inglés/ que p’a hablar con una mina sepa el chamuyo al revés/ Mama, si encuentro ese novio/ juro que me pianto aunque te enojés

    

   Un poco antes y en  la década de 1940 -con la industrialización–   cambian los temas:

                         

“Al pie de la santa cruz” (Battistella-Delfino,1933) /...Declaran la huelga hay hambre en las casas/ es mucho el trabajo y poco el jornal/ y en ese entrevero de lucha sangrienta/ se venga de un hombre la ley patronal.

(Carlos Gardel grabó este tema el 1-9-33, poco antes de filmar sus últimas películas. En ese año  Hitler, comienza la campaña antisemita, abandona la Liga de las Naciones y se retira de la Conferencia del Desarme.)

 

 “El Mudo” compone y graba “Silencio”; un alegato contra la guerra:

 

 Silencio”

(Música y letra de Carlos Gardel, Alfredo Le Pera, Horacio Pettorossi)

 

Silencio en la noche. Ya todo está en calma.

El músculo duerme, la ambición descansa.

Meciendo una cuna, una madre canta

un canto querido que llega hasta el alma

porque en esa cuna está su esperanza.

 

Eran cinco hermanos, ella era una santa.

Eran cinco besos que cada mañana

rozaban muy tiernos las hebras de plata

de esta viejecita de canas muy blancas.

Eran cinco hijos que al taller marchaban.

 

Silencio en la noche, ya todo está en calma.

El músculo duerme, la ambición trabaja.

Un clarín se oye... ¡Peligra la patria!

Y al grito de guerra los hombres se matan

cubriendo de sangre los campos de Francia.

 

Hoy todo ha pasado, renacen las plantas,

un himno a la vida los arados cantan,

y la viejecita de canas muy blancas

se quedó muy sola, con cinco medallas

que por cinco héroes la premió la patria.

Silencio en la noche, ya todo está en calma.

El músculo duerme, la ambición descansa.

Un coro lejano de madres que cantan,

mecen en sus cunas nuevas esperanzas.

Silencio en la noche, silencio en las almas.

 

   Hay versiones que indican que el personaje es madame Daumer, viuda del presidente de Francia asesinado en 1932. Sus cinco hijos fallecieron en la Primera Guerra Mundial. Igualmente el padre no figura.

   Existe otro dato significativo  Pettorossi  (guitarrista de Gardel) se negó a llevar el apellido de su padre porque no se casó con su madre. Algunas veces firma Horacio G. que corresponde a su padre: Gemignani.

                  

“Silencio” y “Negra María” obvian al padre. En el primero, la viejecita recibe cinco medallas por la muerte de sus cinco hijos; en la segunda, solamente llora la madre.

 

 “El Zorzal”, reunía la condición de inmigrante y es el mayor cultor del canto criollo. Era de padre desconocido. Carlos Gardel (1890-1935) Hay discrepancias sobre su origen. En su testamento figura: “Soy francés, nacido en Toulouse, el día 11 de diciembre de 1890, hijo de Berthe Gardés, siendo mi verdadero nombre y apellido Carlos Romualdo Gardés”

  

   Al final siempre la madre:

 “Adiós muchachos” (Vedani-Sanders,1927) Por varios años fue el tango de mayor éxito en Europa,  utilizado en películas de Hollywood; en una de ellas actuó el francés Charles Boyer. /...ya me voy y me resigno, contra el destino nadie la talla.../ acuden a mi mente, recuerdos de otros tiempos, de los bellos momentos que antaño disfruté/ cerquita de mi madre, santa viejita…

  

   La madre ocupa el doble rol, El ocultamiento y la falta de reclamo sobre la identidad no condice con esta historia tan bien musicalizada. 

   La anotación en los registros de “padre desconocido” era muy numerosa y se deduce que  la  madre  no tiene dinero y hace malabarismos para sacar adelante a los hijos.

    

         El perfil laboral en el cuarenta es distinto  y  se puede soñar con establecer una familia. Hasta ese momento el varón  se conformaba con tareas golondrinas, mal pagas. Con las nuevas leyes pudo  ingresar a las fábricas. Nacieron otros barrios y los núcleos familiares comenzaron a desarrollarse.  En este contexto se produce una escisión, muchos  cantan otro tipo de música que les recuerda la querencia; el interior  abandonado en procura de mejores perspectivas económicas.

 El cantor  Antonio Tormo fue el ídolo de ese amplio estrato  que arribó a  la periferia de las grandes ciudades.

 

                                       ¡HAY CADA PAPITO!

 

                                   “Mi papito” -1928-

                         

                 Letra: Roberto Fontaina y Víctor Soliño

                       Música: David Estévez Martín.

                                       

Mirá José, no seas otario.

No andés con vueltas y fajala,

que a la mujer que sale mala

p’a hacerla andar derecha

la biaba es lo mejor.

En cuanto le des cuatro gritos

y la tratés de prepotencia,

palpitará la contundencia

y te dirá loca de amor:

 

“Yo quisiera que me casques p’a quererte,

mi papito; mi papito;

yo quisiera que me dejes de ambulancia,

mi papito; mi papito.

Yo me meto cuando encuentro a un hombre fuerte

si me casca, me enloquece,

pero en cambio no les doy beligerancia

a esos tipos que hablan de amor”

 

Yo, como vos, no me animaba

pero la vida me enseña,

que la mujer es dura peña

que con palabras dulces

no se puede partir.

Yo no quería hacerme el malo

y ella pensó que yo era un “caso”

pero le dí el primer tortazo

y con amor me dijo así.

 

   La revista “Jugenol” (Munich-1920) en una nota ilustrada, caricaturiza el machismo del tango.

    A muchas  mujeres compositoras se las descalificaba y firmaban  con seudónimo de hombres. 

          

      En algunos casos  aparece  el  resarcimiento, la reparación:

 

“El bazar de los juguetes” (Rufino-Yiso-Podestá) /... Yo se los compro todos no importa lo que gasto/ dinero no me falta para poder pagar/ por una sola noche yo quiero ser Rey Mago/ para que los purretes de todo el arrabal/ mañana al despertarse aprieten en sus manos el sol de esta alegría que yo les quiero dar/ ...si mi vieja era tan pobre le faltaba siempre un cobre para comprarnos el pan/ ... pobre madre que no me pudo dar ni el más humilde y pobre de todos los juguetes .../

 

“Cucusita” (Lucero-Riobal)/...Perdóneme, doctor, si yo he venido a rogarle que me diga sí es verdad.../ me llamo Cucusita y tengo una hermanita que no puede jugar.. .es de trencitas rubias si viera qué bonita/ y hace seis meses largos no puede caminar.../ muy pronto sanará si crees en Dios/ ...a su casa corrió con alegría y en los brazos de la madre se durmió...

 

   Casi siempre el padre es del otro u otra:

 

“Pituca”  (Cadícamo-Ferreyra) /... ¡Che pituca!, quién tuviera la alegría de tener una alcancía como la de tu papá/ ¡Ché pituca!  no derroches los canarios, que a tu viejo el millonario lo voy a ver al final,/  con la bandera a media asta, cuidando coches a nasta,/  en alguna diagonal/

 

   También existen los  suplentes:

 

“Levanta la frente”  (Nápoli-Magaldi) /...No es falta, la falta de dar luz a un niño, la ley de dar frutos es ley de la flor./ No peca quien brinda la fe del cariño/ Acércate hermana, no llores no temas, la ley de ser madre es ley natural.../ del hijo que traes cual padre ya soy./ Tu buena cuñada me dio dos cachorros, de cuentas haré hermana, que ya tengo tres.

    

        A los inmigrantes  que a posteriori trajeron sus mujeres o formaron pareja aquí muchas veces se los desvaloriza, subordina o simplemente se los niega.

 

                                                “Giuseppe el zapatero” -1930-

                                                            

                                       Letra y música: Guillermo Del Ciancio                                                             


E tique, taque, tuque, se pasa todo el día

Giuseppe el zapatero, alegre remendón.

Masticando el toscano y  haciendo economía,

pues quiere que su hijo, estudie de doctor.

El hombre en su alegría, no teme el sacrificio,

así pasa la vida contento y bonachón.

¡Ay, si estuviera, hijo, tu madrecita buena!

El recuerdo lo apena y  rueda un lagrimón.

 

Tarareando la violeta don Giuseppe está contento,

ha dejado la trincheta, el hijo se recibió.

Con el dinero juntado ha puesto chapa en la puerta,

el vestíbulo arreglado, consultorio con confort.

 

E tique, taque, tuque, don Giuseppe trabaja.

Hace ya una semana el hijo se casó:

La novia tiene estancia y dicen que es muy rica,

el hijo necesita hacerse posición.

E tique, taque, tuque, ha vuelto don Giuseppe,

otra vez todo el día, trabaja sin parar.

Y dicen los paisanos, vecinos de su tierra:

Giuseppe tiene pena y la quiere ocultar.

 

 

  Tener un hijo con diploma era la aspiración de todo extranjero. Esto fue reflejado en la pieza teatral de Florencio Sánchez: “M’hijo el doctor”  de 1903.

 

Carlos De la Púa escribió: “Vinieron de Italia, con un bagayito por toda fortuna, pasaron los días, pasaban las noches, el viejo en la fragua, la vieja lavando. Vinieron los hijos todos malandrinos. 

 

“Organito de la tarde”  (González Castillo- Cátulo Castillo,1923)

 /... Cuentan las viejas... que aquel viejito tuvo una hija que era la gloria del arrabal /... pero cayó un día un forastero bailarín, buen mozo y peleado/ ...desde entonces es que padre y novio la van buscando por el arraba.l

 

“Talán, talán”  (Vacarezza-Delfino, 1924) /... Talán, talán, pasa el tranvía por Tucumán.../ Del acoplado en un banco muy pensativo viaja don Juan./ Un viejo criollo que hace treinta años, en las estibas se gana el pan./ Está muy triste, desde aquel día que su hija mala dejó el hogar.

 

“Lloró como una mujer” (Flores –Aguilar, 1929)  /... como quedaste en la vía, y tu viejo, un pobre tano, era chivo con los cosos pelandrunes como vos,/ ...Decime si yo no he sido para vos como una madre/ decime si yo merezco  lo que me pensás hacer. Bajó el bacán la cabeza, y él, tan rana y tan compadre, besándole los cabellos lloró como una mujer.

 

“Niño bien” (Fontaina- Soliño, 1927)  Niño bien pretencioso y engrupido, que tenés berretín de figurar/ ... que llevás dos apellidos, y que usas de escritorio el petit bar./ Pelandrún que la vas de distinguido y siempre hablás de la estancia de papá/ mientras tu viejo p’a ganarse el puchero todos los días sale a vender fainá.

 

“Chorra”de Enrique Santos Discépolo /...Y he sabido que el guerrero/que murió lleno de honor/ ni murió ni fue guerrero/ como me engrupiste vos/ Está en cana prontuariado/como agente ´e la camorra/profesor de cachiporra/malandrín y estafador.

 

   Son pocos los tangos donde hablan de familias constituidas.

 

“Antiguo reloj de cobre” (Marvezzi) /... que vas marcando en el tiempo.../ fuiste orgullo de mi viejo que lucia en su cadena/ .../ hoy ya pasaron los años.../  y en el banco prestamista he llegado a formar fila./ Perdonáme viejo si de vos me he olvidado…/ sé que desde el cielo me estás campaneando/ sé que lo has querido tanto /...cuatro pesos sucios por esa reliquia/ ... y la imagen de mi madre ví que me compadecía y llorando me decía el viejo te perdonó.

            

“Secreto” (Discépolo, 1932) Quién sos, que no puedo salvarme, muñeca maldita, castigo de Dios.../ por vos se ha cambiado mi vida/ ...no puedo ser más vil, ni puedo ser mejor, vencido por tu hechizo.../ por vos a mi mujer la vida he destrozao, y es pan de mis dos hijos todo el lujo que te he dao...

 

“Si se salva el pibe” (Flores-Pracánico,1933) /...vas a ver la farra que vamos a dar, si Dios no permite que el pibe se vaya /.../  no tienes que dejarlo salir con los muchachos, en casa hay demasiado lugar para jugar/ ya sé que tú no tienes ninguna culpa en esto/ verás como esto, vieja, le sirve de lección./ .../ me contó mi madre que todos los chicos, tienen a su lado un ángel guardián...

 

Nene caprichoso! (Pelay-Canaro)Nene caprichoso basta de llorar/Y a dormir, que los bebes buenos/duermen pronto y sin chistar/...Entendé que debés dejar/ que papá y mamáv/vayan a bailar.

 

Casos aislados

 

 “Entra nomás”  (Bastardi-Rezzano) Entrá nomás ya que has vuelto, no tengas miedo a la biaba/ ...y aunque tuviste el coraje de abandonar nuestro hijito, entra, que está el pobrecito deseando que lo besés/ ...serás la madre de mi hijo, pero mi mujer...¡jamás!

 

“Noche de Reyes”  (Curi-Maffia) /...por ella me hice bueno, honrado y buen marido.../ pero una noche de Reyes, cuando a mi hogar regresaba, comprobé que me engañaba, con el amigo más fiel. /.../ los zapatitos el nene afuera los dejó, espera un regalito, no sabe que la madre/ por falsa y por canalla, su padre la mató.

 

“Justicia criolla” (Brancatti-Iriarte) Han venido a prenderme. Ya estoy listo, la cárcel a los hombres no hace mal/ .../ antes permitan que estampe, un beso a mi pobre hijita, que ha quedado huerfanita /... /mañana cuando ella moza, sepa el final de la madre/ ...díganle que yo la he muerto porque fue una libertina.

 

EL PADRE

 

Se acordó tarde:

              

“Y el viejo ya no está” (Varela-Titi Rossi–Soldán) Vals / ...la luz de su vida dejó de alumbrar / ...y hoy que tengo mil cosas que darle/  quisiera abrazarlo y el viejo no está.

 

 

  Con respecto al  retrato del padre en las composiciones rioplatenses,  hubo incógnitas  que se develan poco a poco. En esta época la madre soltera es jerarquizada, en el inicio del dosxcuatro y hasta muchas décadas después no sucedía así, se abrían juicios adversos a su persona.

    Teniendo en cuenta que los artistas reflejan  la historia y de alguna manera  ponen  un pie en las  certezas y al otro le permiten volar; los creadores se encontraron  con  un bache, con otra realidad para cincelar las creaciones.  El tiempo y las circunstancias en definitiva permiten  tamizar y aprendemos a leer entre líneas.

    Años después  cuando el entramado social se fue definiendo  aparece con timidez el padre. No dudo que debe haber bajo carpeta más obras  que esperan  la luz  y en definitiva  la difusión.

 

 El corazón al sur” (Eladia Blázquez, 1975) Nací en un barrio donde el lujo fue un albur, por eso tengo el corazón mirando al sur / Mi viejo fue una abeja en la colmena, las manos limpias, el alma buena. Y en esa infancia, la templanza me forjó/.../  Mi barrio fue una planta de jazmín, la sombra de mi vieja en el jardín, la dulce fiesta de las cosas más sencillas/

 

Atilio Stampone compuso un tango en memoria de su padre y  Eladia Blázquez  los versos: “Viejo Gringo"

 Desde un rincón muy tuyo me llamas, con un recuerdo azul, que vuelve atrás/  la compinchería de aquel guiño, el santo y seña de tu cariño/ la mano sobre el hombro, alguna vez diciéndome muchacho... ¡No aflojé! / con el puro amor de hijo, con el regocijo de vencer tu adiós / vuelvo a revivir esos domingos viejo gringo/ junto a vos.../cuando en aquel patio con macetas eran un son de canzzonetta tu canción.

 

En 1977 Horacio Ferrer escribió con  Osvaldo Tarantino “Canción de mi adolescencia”/...de pronto, supe más que el viejo, mientras él me amó callado./ y ante un rezongo de mamá grité: pa  qué me has engendrado.../ pitando un negro negué a Dios, y muy seguro ya era ingeniero igual o más que el tío Arturo/y con el mundo en el ojal dicte la ley y mi futuro...

 

“A mi padre”  (Héctor Marcó) /... si he llegado a esa luz que tu elegiste por esposa y compañera de tu amor, como olvidarme de ti, padre.../si fuiste brújula y guía de mi corazón/ con el cariño de un hijo bueno. Oh padre... en tu nombre me arrodillo/ ...  tu amor me dio todo el cariño/ perdí en el mundo mi mejor amigo, cuando tu pecho me abrazó para morir/

 

“Viejo mío” (Gloria Marcó, 1998) Tengo ante mis ojos tu grafismo inquieto, tus papeles de crepúsculo amarillo/ el temblor de tus manos en los últimos versos, mordiéndole sin tregua los pasos a la muerte/.../  y vos viejo querido, dejarás nuevamente un beso en mi mejilla, crisálida de luna / tu beso, viejo mío, posado en mi mejilla será una mariposa/ mariposa de nube que me acaricie el alma.

 

“Por los viejos” (Roberto Díaz-Reynaldo Martín) Cuando veo esa luna grandota que trota las calles del sur/ me parece que vuelve mi viejo con su catalejo siguiendo la luz/ y su voz es el tiempo que pasa, sus manos, la casa que ayer levantó./ Me conmueve su traje gastado y ese pan honrado que no claudicó/ y sé que mi viejo son miles de viejos…

 

“Padre”  (Acho Manzi-Juan Cedrón) /...Padre que me ha abandonado, y que el tiempo ha llevado muy lejos de mi/ te necesito a mi lado, preciso el consejo que nunca te oí... /sé que serías mi amigo y el más dulce testigo de lo que viví/ sé que preciso tu mano, en el largo camino que se abre ante mí...

 

Daniel Piazzolla compuso un tema para su padre y le pidió a Horacio Ferrer los versos:

“Mi viejo Piazzolla” Mi viejo Piazzolla, mi mágico Astor,  tocá con las teclas de mi corazón/ vivir fue tu más honda melodía / y el júbilo de Dios al darte el genio / y vos te diste a muerte con la angustia de un toro fantaseando en el misterio.../ ... te haré una misa rea y una orgía de música y de lágrimas por dentro/al ver tu sinfónico caído/zapar tu bandoneón de pie en el cielo/ Mi viejo Piazzolla, mi mágico Astor/  tocá con las teclas de mi gran dolor.

 

“Preguntas para mi padre”  (Héctor Negro-Arturo Penón, 1981)

Mi viejo me enseñó que la verdad/ es el mejor estilo./ Que la palabra vale más/ que cualquier firma./ Que la honradez / es el mejor de los caminos./

Y que la vida es más saber y ser /  que conquistar y que tener./ Y  que es mejor estar en paz/ con uno mismo./ Mi viejo ¡cuántas cosas me enseñó!/ Después la vida me golpeó.../

                  

Astor Piazzolla le dedicó dos tangos a su padre, el primero data de 1954 creado en París y luego del deceso de don Vicente Piazzolla en Nueva York dio vida a “Adiós Nonino”, luego  Eladia Blázquez le puso los versos:

 

Desde una estrella al titilar

me hará señales de acudir,

por una luz de eternidad

cuando me llame voy a ir.

 

A preguntarle por ese niño

que con su muerte lo perdí,

que con “Nonino” se me fue.

Cuando me diga ven aquí...

Renaceré...porque...

 

Soy... la raíz, del país que amasó con su arcilla.

Soy... sangre y piel del “tano” aquél,  

que me dio su semilla.

Adiós “Nonino” que largo sin vos será el camino.

Dolor, tristeza, la mesa y el pan.

Y mi adiós...Ay... Mi adiós, a tu amor, tu tabaco, tu vino.

¿Quién? sin piedad me robó la mitad, al llevarte “Nonino”

Tal vez un día yo también mirando atrás

como vos, diga adiós... no va más...

                                             

Y hoy mi viejo Nonino es una planta, es la luz,

es el viento y es el río.

Este torrente mío lo suplanta

                                  prolongando en mi ser su  desafío.

                                 Me sucedo tu sangre.

                                  Lo adivino y presiento en mi voz su propio eco.

                              Esta voz que una vez me sonó a hueco

                               cuando le dije adiós ¡Adiós Nonino!

                          

                          ¡Adiós Nonino! dejaste tu sol en mi destino

                          guardá sin miedo tu credo de amor y ese afán

                           ¡Ay  tu afán!  

                           por sembrar de esperanza el camino.

                            Soy  tu panal y esta gota de sal que hoy te llora

                                  ¡Nonino!


tal vez el día que se corte mi piolin te veré y sabré  que no hay                                                         

                                    fin.