25/3/17

MENTIROSOS

Claro que somos una sociedad enferma ¡qué novedad! Y que todos chicos y grandes vivimos situaciones anormales. Acaso es normal  buscar nietos de desaparecidos. Todos sabemos esto. Todos vemos fotos con millares de jóvenes que no están. Y es absolutamente necesario el esclarecimiento en los colegios. Todos vemos baldosas recordatorias (muchas rotas a propósito). Todos sufrimos los testimonios de HIJOS. HERMANOS. En Europa hasta de CUÑADOS.
Es nuestra trágica historia que no debemos  soslayar para -alguna vez- dejar de encubrir o disfrazar y SER NOSOTROS, ¡no hay otra manera!
Sólo que algunos lo viven mintiendo y ninguniando, otros queriendo hacer -con palabras o hechos- justicia por mano propia. Y la mayoría honrosamente pidiendo Justicia sin chicanas.
Pero lo que no se puede aceptar es que el Estado esté ausente, provoque o mienta. 
Si en el 78 el Ejército admitió (ver nota en La Nación por Hugo Alconada Mon  el 24 de marzo de 2006) que eran 22.OOO, me atrevo a pensar que años más tarde fueron más de 30.OOO. Aunque funcionarios de este gobierno mientan.    
Qué el presidente en un día tan significativo se vaya a Holanda a ver a la hija de un represor y que diga que es para traer inversiones ¿Justo ese día? Cuando sabemos que va a ser recibido recién el lunes.
Que los funcionarios -la mayoría de los que se sacaron una foto provocadora con el epígrafe "los DDHH no tienen dueños", por su historia familiar o propia se hagan los distraídos y son cómplices de los instigadores y responsables civiles de lo que pasó en el pasado  (hasta en estancias había Centros Clandestinos) No solamente los Blaquier fueron genocidas;  en Nueva Plata (Pehuajo) existe una estancia llamada La Medianoche, con un sótano donde escondían gente que luego desaparecía y desde los 70 cambiaron de dueño varias veces. Yo conocí -cuando hice el guion para la Cabalgata de Yapeyú una estancia en Mercedes en igual situación.
Señores: sabemos que Martínez de Hoz fue el hacedor de los militares en la era oscura, ustedes pretenden ir en la misma dirección. Acá no hubo guerra sucia, ni hay que creer la historia de los dos demonios. Sólo hubo una guerra, la de Malvinas, la que posibilitó que se fueran los genocidas, porque no les quedaba otra.
Necesitamos la verdad.