Por Leandro 
Biaggio
Una 
entrevista con la escritora, actriz y periodista 
“LA POESÍA ES LA 
RESISTENCIA” 
En 
esta entrevista la escritora consideró que la poesía siempre permanecerá, además 
habló sobre Carta Abierta, el grupo intelectual de Sarlo y el proceso de 
creación de sus novelas. 
Esperé a Hilda Guerra en la esquina de Las Heras y 
Agüero a metros de la Biblioteca Nacional, ella tan importante en la literatura 
nacional ahora y siempre muy predispuesta charló conmigo por espacio de una hora 
y media. Habló con total libertad de temas relacionados al gobierno, la 
literatura, Carta Abierta, la poesía, su relación con Clarín, La dictadura 
cívico-militar. 
Comenzamos, lo primero es como nos podría a partir de su 
primera novela en 1976, como nos podría definir su trabajo en estos años, yo sé 
que tiene una multiplicidad de tareas que abarcan desde el tango, la literatura 
infantil, el poema, el ensayo, la crítica. Me gustaría que me defina como ha 
sido su tarea en estos años.
Comenzamos por la primera novela “En la fuente de los 
bailarines” yo la presenté en la Sociedad Argentina de Escritores, en la 
peor época, esta novela me la editaron porque tuvo una mención especial de la 
municipalidad, en el jurado estaba César Tiempo, entonces enseguida apareció el 
editor, era muy distinto ahora que los pobres escritores se tienen que editar 
solos, o tiene la suerte de estar en un grupo de ediciones de vanguardia, que sé 
que en estos momentos lo hay, por ejemplo en Quilmes. Bueno al tener este aval 
enseguida salió un editor. Este editor era el presidente de la SADE, y me llevó 
a mí de vocal suplente, como  esa era la peor época  empezaron a renunciar 
todos. A los dos meses era secretaria de la comisión directiva, junto con otro 
escritor, el otro escritor, renunció por un ataque de presión y no vino más. 
Entonces yo no podía dejar a Arístobulo Etchegaray solo. Recibíamos todos las 
denuncias de desapariciones, desde Conti hasta un chico que iba un taller 
literario en Monte Chingolo, y los padres cansados ya de no saber qué hacer y 
que nadie les daba un habeas corpus, finalmente recalaban en la SADE como lugar 
que nuclea a los escritores del país. Fue durísimo, en ese lugar nos pusieron 
varias bombas, nos hacían de todo. 
¿Esto fue en 1976?
No, un poco después, este editor, fue el presidente de la 
SADE, te hablo en forma deshilvanada de esto, porque justamente ahora me acuerdo 
de Ernesto Sábato, que me dijo  que sí, que tenía que aceptar el cargo, porque 
hay gente que hace 20 años quiere que le den un cargo en alguna comisión. 
Después pasó todo lo que te acabo de contar. El presidente luchaba mucho, 
presentaba incluso. Una vez Borges tenía un almuerzo con 
Videla…
¿Hablamos del almuerzo al que fue Ernesto Sábato y 
también una cúpula de periodistas?
Exactamente, entonces el presidente le da un libro, con una 
hoja entremedio, con el listado de los escritores desaparecidos, el luchaba 
mucho, inclusive con la desaparición de Dorronzoro, un poeta de 
Lujan
Volviendo a su primera novela (“La fuente de los 
bailarines”), hablemos de ello
La presentaba Martha Lynch que le desapareció un sobrino, 
también el marido de Norma Aleandro y habían desaparecido a su hijo, así mirá 
que vida. Me lo presentó la secretaria de la SADE también. Ese día por primera 
vez se llevan a Dardo Dorronzoro,  él quería venir porque me apoyaba mucho, le 
hicieron varios simulacros de fusilamientos, en la otra habitación había un 
chico que lo estaban torturando y la segunda vez al poco tiempo  no apareció 
nunca más. En ese contexto sale mi libro.  Después al poco tiempo lo que conté 
de Aristóbulo Etchegaray. Sale una lista y fui convocada para esa lista. Tuve 
mucho apoyo en ese primer momento, inclusive la tapa la hizo Vicente Forte, yo 
era tan ingenua que lo fui a ver y le dije “yo no sé cuánto usted cobra para 
hacer esto”. Yo quería que fuera él quien hiciese la tapa.  Entonces él, que 
después estuvo en la presentación del libro, me dice “Hildita, si me gusta el 
libro lo voy a hacer gratis, y sino por más que me pagues no lo voy a hacer”. A 
la semana me llama la esposa y me dice que se hace la tapa y me regaló a mí el 
original. Ósea dentro de ese ambiente catastrófico,  porque así era,  nos 
uníamos mucho. 
En esa época llega uno de los enormes escritores argentinos 
a la SADE que se llamaba Humberto “Cacho” Constantini al cual te recomiendo que 
leas novelas de él, poesía también.  Por ese motivo tuvo que salir del país, lo 
sacaron prácticamente. Cuando volvió la democracia como le pasó a Antonio Di 
Benedetto, murió enseguida. Humberto “Cacho” Constantini”, cuentan los 
escritores que lo visitaban en México, (esto te lo cuento como anécdota), tenía 
el altar de la patria que era un altar donde había desde yerba hasta sal. Sufrió 
horrores como Humberto Di Benedetto que estuvo preso con Haroldo Conti, él nos 
contó cuando lo fuimos a recibir ya con la democracia, que a Conti le había 
cortado las manos, y que este iba casi reptando a comegalgos. Parecía un viejito 
Di Benedetto y tenía sesenta y tres años cuando murió. A él le dimos el premio 
de honor de la SADE y lo recibió una prima, creo, así que te imaginas que 
nosotros fuimos puramente combativos. Yo ahí desperté a la política. 
En esta primera novela hay una relación de una bailarina 
con un médico. A través del médico, hablo socialmente del seguro de salud, desde 
mi primer novela estuve comprometida con lo social.
¿Por esto toma la decisión de modificar su 
apellido?
Sí, la decisión de tomar el apellido “Guerra” por la 
época en la que estábamos viviendo.
¿Es una cuestión que tiene ver con la 
época?
Exacto
Bien, y en todos estos años, usted se ha desarrollado en 
varios ámbitos: la poesía, el cuento, la novela, el ensayo crítico, y la 
literatura infantil, incursionó en tango, escribió letras y ensayos críticos, 
¿cuál prefiere de estos géneros?
Mirá, no creo que sea un mérito, pero yo puedo escribir 
novelas, cuentos, poesía, lo que más me cuesta siendo músico es escribir letras 
de tango que aparentemente sería lo más simple. Sábato por ejemplo no podía 
escribir cuentos, y Borges, novelas. Yo siempre pude con los géneros, por eso en 
mis talleres literarios doy algunas bases, algunas partes técnicas de la 
diferencia entre cuento y relato, poesía y prosa poética. El cuento aunque tenga 
un final abierto debe tener una diferencia con el relato. Uno de los que más me 
gusta en esta última etapa, y creo que empecé a escribir más o menos de esa 
manera, es Cortázar, sus voces interiores que hablan tanto, se 
entrecruzan.
Hablando de sus principales influencias, ya hablamos de 
Cortázar, ¿me podría nombrar a alguno más?
No sé si hay influencias, porque es también una de las 
cosas que les digo a los talleristas. Cada uno tiene que buscar su lugar. Yo 
trato de apartarme de las influencias. Pero hay gustos, Carlos Fuentes me gusta 
mucho, y entre los argentinos, María Granata es una enorme escritora. Yo creo 
que ella por su humildad y por haber nacido tan al sur de esta América es para 
mí la creadora del realismo mágico, es maravillosa, no tiene la difusión y no 
está apreciada en lo que ella es. Y además también la conozco y la he 
transitado.
¿Arriba de Vargas Llosa?
Ah no, Vargas Llosa… la gente que habla tanto de Vargas 
Llosa que lea a los escritores norteamericanos que él los copia, copia el 
estilo. Además el Vargas Llosa  de la primera etapa no tiene nada que ver con el 
de la segunda. No obstante cuando hablo de realismo mágico me refiero a un 
grande que es Gabo
¿García Márquez?
Claro, pero María Granata no tiene nada que envidiarle. No 
sé si es mejor incluso
¿Me contaría su relación Walsh y 
Viñas?
Viñas fue un maestro en todo,  por eso digo que los 
maestros me enseñan también la conducta de vida tal vez, y no tratar de “yo voy 
a hacer tal cosa”. Cuando te dije lo de Cortázar es porque me lo dijeron varias 
personas. Ahora voy a presentar un libro en julio en el Museo de la Lengua, y 
María Pía López que es la directora me hizo la contratapa y pone esto de 
Cortázar que te conté anteriormente.   Y Gente como Walsh, ¿Qué te puedo decir? 
Más de lo que hizo ese hombre… me gustaba lo periodístico de Walsh.  Yo trabajé 
con la  segunda esposa, un año en un congreso latinoamericano de escritores, 
siempre la veo en Carta Abierta.  Es un ser maravilloso. Hay que leer la carta 
de Walsh a los militares. Esa carta ya pinta que lo que era ese cuerpo. Yo digo 
que un artista no puede no estar comprometido.  Más un escritor, el escritor 
está en la mitad del arte y la mitad del pensamiento, entonces no podemos 
escribir de maripositas solamente porque las mariposas son bellísimas. Yo tengo 
un cuento, “La Mariposa Negra”, sin embargo es un cuento que narra la 
premonición de una madre frente lo que le va a pasar a su hijo en la época de 
Uriburu. Quiero decir con esto que uno puede tener un ser lírico pero no puede 
obviar lo que pasa, pero aunque sea metáforas, sino lo puede decir de otra 
manera, tiene que exteriorizarlo. Yo no entiendo al artista de otra manera  pero 
sobre todo al escritor. 
¿O sea que el escritor debe estar comprometido con su 
realidad?
Yo creo que sí. A partir de tener los pies sobre la tierra 
se puede empezar a volar. Lo primero es tener los pies sobre la tierra, después 
volamos todo lo que quieras. Yo trabajo de esa manera.
¿Usted considera que hay una base real de la experiencia 
cotidiana e inclusive de la realidad social?
Yo creo que sí. Cuando Manuel Mujica Lainez escribe “La 
Casa”, si bien es un niño de la alta burguesía, queriendo o no, me está 
mostrando la soledad de ese niño criado por institutrices. Entonces me parece 
que cada uno desde lo que le toca vivir tiene que expresarlo. Un Kafka lo 
expresaba metafóricamente. Ahora lo que ha pasado con nosotros, yo digo de los 
escritores, pero lo que pasó en todo el país, es peor que lo ha hecho Hitler. 
Hitler ya sabemos que era un loco, asesino, y todos los calificativos. Pero por 
lo menos Hitler tenía una idea, la raza aria, Europa, etc, acá se hizo entre 
hermanos. 
Volviendo a los escritores, ¿Cómo percibe la actualidad 
de la literatura argentina?
La veo fragmentada. No la veo con una línea. Me parece que 
estamos los veteranos, como los que todavía estamos dando algo. Eso del auge del 
pego y saco me parece que está confundiendo a mucha gente. Tal vez están 
tapados, no hay nada definitivo, no te puedo aseverar algo porque es tan difícil 
acceder a un editor, quizás hay gente que está trabajando solapadamente. Pero me 
parece que en esos años de plomo había más comunicación. Ahora sí, hay Facebook 
y yo escribo todos los días, pero me parece que hay mucho fragmento. 
Bien, usted trabaja en la biblioteca nacional, como 
sabemos desde 2003, desde que el Dr Kirchner llega a la presidencia muchos 
intelectuales se han acercado para colaborar en la construcción política e 
inclusive algunos como Horacio González están ocupando puestos públicos. ¿Cómo 
considera usted este proceso de construcción política de los intelectuales y 
cómo valora la participación de ellos?
Yo estoy con el Dr Kirchner desde el primer momento como 
artista. Tengo un escrito de agradecimiento de puño letra de él  sobre mi novela 
“La Rosa Negra”
“La Rosa Negra “lleva el nombre del operativo con 
el cual se tomaron las radios en 1955, durante La Revolución Libertadora. ¿Cómo 
fue la construcción de esa novela?
Yo estaba escribiendo una novela que como protagonista 
tenía a un amigo mío desaparecido,  Carlos Lorenzo, me costó horrores escribir 
esa novela. Tardé ocho años en escribir esa novela Imaginate que a “Carlitos” lo 
tenemos ahí todavía, no lo podemos creer, tiene 93 años Carlitos. En ese interín 
yo me ganaba la vida como podía diciendo poemas en un lugar que se llamaba 
Castello Vecchio en La Boca, cuando cumple 5 o 6 años este lugar, me piden un 
poema impreso para dárselo a los turistas, pero ese primer día se los tenía que 
leer. Bueno les gustó mucho lo mío y me contrataron varios meses. Leí este y 
varios poemas.  Ahí es cuando aparece un personaje  que se ve que tenía que ver 
con el directorio de este lugar y ya con esto te estoy contando la trama de la 
novela. Y quería venir a mi taller literario, y me dice “vos admiras mucho al 
Che Guevara”. Se ve que se filtró eso. Y me dice “si me conocieras a mí, 
yo soy mejor que el Che Guevara”. Yo lo veía como un loco.  Bueno, entonces 
un día me trae un recorte de un diario donde estaba él al lado de Rojas (NR: 
el contraalmirante Issac Rojas fue el segundo al mando del golpe que se dio en 
el año 1955 contra el gobierno democrático de Juan Perón) mucho más joven. 
El diario decía “A un año del operativo” y yo pensé pero este civil que 
dice que es un ingeniero, ¿qué hace en La Nación con Rojas?. Era tan loco, tan 
asesino, él se pensaba que era un héroe pero estaba del otro lado. La verdad es 
que le hice contar la historia, no en el taller literario, yo lo hubiera 
anotado, pero los otros lo iban a reventar. 
¿Hizo un trabajo periodístico?
Exacto, empecé a investigar y atar cabos. El padre de este 
personaje había sido interventor de Odontología, y yo me encuentro qué él, mismo 
personaje, padre, mismo apellido, reconoció los dientes de Aramburu (NR: 
Aramburu fue muerto por la agrupación Montoneros). Claro, entonces lo otro 
fue muy fácil. Hice toda una investigación en Odontología. Este hombre le ha 
arreglado la boca a Aramburu. ¿Entonces que hacía yo con la novela de mi 
amigo?
Ahí apareció la escritora. Uní la historia. El compañero 
Carlitos, yo era amiga de su señora, que hacía ocho meses que estaban casados. 
Hice aparecer a la madre de la esposa de Carlitos como locutora de la radio, que 
la tuvo a ella prematura por las bombas que este desgraciado tiró. Pero ahí 
apareció un problema. Yo quería poner todos los nombres, y desde Luis Tedesco 
que trabaja en EUDEBA, poeta él, me decía “no Hilda es muy reciente, no podes 
ponerlo” y Julia Pritluzky Farny una poeta muy conocida en esa época me dice 
“No Hilda, destroza la historia, no lo podes nomb
rar” Ahora yo creo que el que lee con el 
detenimiento se da cuenta de quienes se habla. Como esa novela está dedicada a 
“Carlitos” y a mi papá, Rafael Blasco, que en los años 30 salía de un bailecito 
y lo tiraron en un descampado pensando que estaba muerto y mi papá me engendró a 
mí con una bala adentro, que se le podía incrustar en la vejiga. En esta novela 
“La Rosa negra” como en “La Mariposa Negra” hago alusión de cómo 
esta historia se repite desde que se quiebra por primera vez el orden 
institucional.
Volviendo a Kirchner desde el primer momento y no me preguntes 
por qué, fue Caruso el secretario de Cultura de Avellaneda que le acercó la 
novela a él, y a mí se me iluminaron los ojos.  . Y después volviendo a esto de 
fragmentación de los escritores a mí personalmente me salvó carta abierta. En 
eso de esta fragmentación, en esto de no tener esta fe.  En los años de plomo, 
que teníamos las mil y una: que si faltaba uno porque lo habían llevado, que 
Armando Tejada Gómez una vez viniendo de un recital en Santa Fe lo detuvieron.  
Vivíamos así pero estábamos juntos. Mirá lo que te digo desde el punto de vista 
literario me parece que Kirchner nos agrupó,  primero nos reunimos en el Teatro 
de La Cooperación, nos peleábamos los escritores… había radicales, y bueno 
después se empezó a hacer acá. (NR: En la Bibilioteca Nacional) ¿De 
Horacio González qué te puedo decir? Es uno de los intelectuales más sólidos que 
tenemos.
¿A los chicos más jóvenes como Forster como los 
ve?
Maravilloso, desde el punto de vista literario me gusta más 
Horacio González, pero Forster es más concreto todavía. 
La segunda parte de la pregunta es sobre el otro grupo,  
Martín Caparrós, Abraham,  Sarlo… que lideran un grupo “intelectual” opositor, 
ellos se definen así
El hecho de que sean opositores no me preocupa, a mí me 
tocó ser siempre opositora, menos ahora. Caparrós me parece la contradicción 
viva, es muy fácil hablar como habla desde su piso en España. Y la señora Sarlo, 
lo digo con dolor, me decepcionó mucho. No es muy intelectual hablar de envidia, 
pero no puede haber tanto encono. ¿Decir que la gente de 678 es fea? Yo antes a 
ella la veía linda, quizás sería porque la veía como una persona seria. Me 
parece gente vendida, ella, Lanata, gente que la compran con un sobre. No te 
puedo decir otra cosa. 
¿Y este debate entre estos dos grupos? ¿Cómo lo ve? 
¿Cómo piensa que se puede definir? 
Me parece que ahora se callaron un poco. Me parece que 
tendríamos que trabajar un poco más, por ejemplo, un intelectual que está en 
Clarín y está enseñando es Pigna. Y el otro desde Canal Encuentro que me gusta 
mucho es Feinmann. Yo te digo como intelectual de Carta Abierta, no quisiera 
hablar. Es como contestarle a Lanata.  Mirá un amigo mío Alejandro Szcwarcman, 
es el que escribió “Pompeya no olvida”. Lo invité acá y vino, cuando 
empezaron a pasar estos problemitas, por Facebook, me dijo, “no Hilda no hay 
que ser tan apurada” y ayer escribió algo y le dije “te acordas cuando 
vos me decías que no me apure” Hay cosas que entran tan en lo chabacano, y 
no merecen ser contestadas. Es una cuestión de clase me parece,  y no entienden 
que se tratan de hacer las cosas lo mejor posible y que dan resultado. Entonces 
frente a la mentira ¿Qué haces?  
¿Ustedes sienten este reconocimiento del gobierno como 
una victoria?
Como una caricia al alma.
Usted participó del homenaje a Walsh en la ESMA, ¿Este 
tipo de homenajes son positivos en tanto para el reconocimiento de escritores 
que no tenían tanto nombre como Walsh?
Yo creo que sí , es la única manera que lo más jóvenes 
tengan presente lo que se ha hecho. 
Como Dorronzoro por ejemplo.
Como Dorronzoro.
No es tan conocido, pero se está conociendo su 
historia.
Dorronzoro, mirá quizás vos lo leíste en algún lado, a los 
jóvenes de esa época nos recibía en su casa. Su casa no tenía llaves, en las 
afueras de Luján. Él era herrero, la silla estaba hecha por él, el dulce que nos 
daba también. Él era socialista y tenía la foto de el Che, yo lo recuerdo de 
entrada, él me contó que tenía esa foto porque era un idealista. Y tenía razón, 
sino estaría en Cuba todavía
¿Cuáles consideraría que son los aciertos de los últimos 
tres gobiernos, tanto del Dr Kirchner como de Cristina Fernández  en tanto 
política cultural?
Mirá la política cultural… el museo de la lengua lo 
inauguró Cristina, hay mucho por hacer, pero primero hay que privilegiar que la 
gente coma. Lo básico. Kirchner a todos nosotros solamente con sacar el cuadro 
de Videla nos dio impulso. Yo te puedo decir que se compran muchos libros, sobre 
todo de chicos. Esto me lo dice un editor de literatura infantil. Compran libros 
para bibliotecas. Ahora también te digo, que la contra es muy fuerte, porque la 
contra pelea desde un diario a otro. Te digo que la ley de medios es un acierto 
total, porque nos toca a nosotros, es decir por donde pasa un cuento, un poema 
de un argentino. Y eso viene a hacer la ley de medios. Ahora de los gobiernos 
anteriores ¿qué te puedo decir? De La Rúa un desastre, yo trabaja en el (teatro) 
Cervantes leyendo poemas, y lo primero que hizo fue echarnos a todos, de Menem 
no te voy a hablar. Pero yo creo que a estos dos gobiernos más no se les puede 
pedir. Lo que sí creo es que los argentinos no somos los buenitos que una poesía 
romántica puede decir, porque si no, no hubieran pasado estas cosas. Las 
caceloras salen de las que nunca cocinan porque tienen cocinera, las caceloras 
salen cuando piensan que le pueden tocar el bolsillo.  Pero jamás acá… yo te 
digo acá pero esto pasó en todos lados, yo no vi que haya salido nadie. Si 
hubiese salido el pueblo, y esto me lo pregunté muchas veces, La Nación, 
Clarín y La Razón estaban en este tema. Ellos lo sabían y el 
precio fue “cállate lo de los desaparecidos y te damos papel prensa” y yo 
me pregunto si hubiesen salido un grupo en cada barrio a reclamar que faltan 
chicos, no hubiese quizás, no por buenitos, pero ¿no los hubiera frenado un 
poco? Y ya sabemos que esto es contagioso, empieza uno y pueden seguir otros, 
diarios del interior que además se los comió de papel prensa.  Vos me preguntas 
por la SADE y en la SADE son los únicos que cuentan la historia. De mi 
generación, los mejores no están, los otros estamos como podemos, porque es muy 
duro todo lo que vivimos, no es que falta un amigo, faltan muchos y también 
gente que volvió y murió muy joven 
¿Ha sido un desgaste físico para 
ustedes?
Muy grande
¿La literatura es una forma de hacer 
memoria?
Sí, para mí la literatura viene de nuestros ancestros con 
la ambición de meterse en el futuro
¿Es una forma de recordar el 
pasado?
Sí, viene de ahí, empieza de ahí
¿Qué deberíamos hablar en literatura nacional? ¿Cuáles 
serían los postulados básicos de la literatura en la Argentina de los Kirchner? 
¿Cuáles serían los temas de la novela y el cuento?
En la literatura cada uno maneja un estilo que lleva 
adentro, ya hemos hablado que para mí no se puede obviar la realidad del momento 
aunque hagamos mención al pasado, ahora  desde lo ensayístico, desde lo 
periodístico, habría que hablar con honestidad de todos estos temas, tratando de 
ser objetivos, pero sin mentir. Acá se miente horriblemente,  dicen que somos 
nosotros los mentirosos,  los escritores, y no acá son mentirosos los 
periodistas, o el ocultar o el entre líneas o sacar. Deja eso en los momentos de 
la metáfora y el Kafka que hablamos antes en la época de los militares, pero 
tampoco podías ser suicida, entonces había que buscarle una “formita”. Yo gané 
el premio Casa de las Américas por el cuento “El Cerco” y acá no 
le dieron ninguna difusión, pero yo creo que en este momento el periodismo me 
pudrió de alguna manera. Yo lo presenté, pero solamente para que me conozca un 
jurado internacional, yo a Cuba nunca he viajado, y no podría hacerlo porque sé 
lo que lucho el Che Guevara con el tema de la prostitución y todo lo que le dio 
y sé que ahora hay prostitución, me dolería muchísimo, pero con todo es un 
pueblo digno.  Pero te decía, lo presento, lo mando, yo estaba en la SADE y como 
era una lista plural la de Etchegaray, teníamos tres comunistas, Amauta, Murillo 
y varios muchachos jóvenes que escribían poesía y no tenían todavía libros, uno 
de ellos viajó para el dia de la primavera a Cuba, me trajo la revista donde 
salió publicado el cuento que salió premiado, me lo trajo escondido en sus 
ropas,  me lo trajo corriendo un riesgo muy importante , y yo conocía un montón 
de periodistas, pero nadie iba a publicar que yo había ganado el premio Casa 
de las Américas. 
Una anécdota que usted ha contado a través de un blog, 
que tiene que ver con esto, dice que han omitido su nombre en la publicación de 
cuentos, ha contado algo de Joaquin Morales Solá
Cuando yo voy a llevar “La Mariposa Negra”, el 
editor me lo publicó como otros tantos de “El Cerco”. Originalmente se 
había llamar así  pero como me enteré que había una obra de teatro que se 
llamaba igual, entonces yo sabiéndolo aunque el nombre, como la casa o el río, 
quise cambiar, entonces el editor me dice que le gusta La mariposa negra, ahí 
cuando yo voy a llevarle el libro a Clarín, ¿Quién lo 
recibe?
¿Joaquin Morales Solá?
Sí, Joaquín Morales Solá
¿Y qué le dice? ¿Lo lee primero?
Nada, ni lo comentó nada. Después ahí había otra persona 
que era el secretario de redacción que me consulta si soy capaz de escribir 
sobre tango, y la verdad yo profesora de piano que tocaba Bach y Schoppen, y 
como un disparador a un escritor… que quería trabajar dije que sí. Y me pusieron 
H. Guerra , escribí las primeras porteñísimas. Esa decisión la tomó Joaquin 
Morales Solá. 
¿Lo mismo podía ser Hector o Hugo?
Sí, claro
Confirmamos los dichos de Caloi, que en una entrevista 
lo mencionó como “El gran censor del diario”
Claro, él era el gran censor de diario
¿Era difícil trabajar con Morales 
Solá?
Era muy difícil, pero uno trata de adecuarse en un espacio 
chico, ahora es  grande, pero tratas de adecuarte. Hacía comentarios de libros, 
algunas porteñísimas.
Últimas tres preguntas Hilda,  ¿Cómo ve el presente y el 
futuro de la poesía en la literatura nacional?
La poesía me parece que es la gran resistencia, no de aquí 
a dos años, siempre. Siempre va a ser menor, para un grupo pequeño, pero la 
poesía es todo.  Hay hombres que sin escribir poesía, son poetas, es por eso que 
para mí es la gran resistencia
¿Y el tango?
El tango se hubiera quedado como el minué si no se 
aggionara como ahora. Tengo que hablar de un gran facho, Piazzolla, ese sí que 
era un facho,  que revolucionó el tango. Ahora hay grandes ejecutantes, pero 
este es el momento del baile, cosa que hace veinte años atrás no porque era muy 
complicado, no se podía bailar en zapatillas. El tango es muy sensual, habla de 
hacer el amor en un minuto y medio, porque es eso en definitiva, entonces no va 
a terminar  porque hay mucha resistencia además. Pero acá en el país es el 
baile. Queda en la gente muy memoriosa de más ochenta años los discos de Gardel, 
hay gente memoriosa y hay gente bastante… bastante imbancable en su 
pensamiento…
Para cerrar, ¿Qué se siente ganar un premio? Y por favor 
cuéntenos de su futuro y proyectos literarios.
Bueno mientras tenga piolín, la literatura es lo mío, así 
que voy a seguir… y un premio es un estímulo muy grande, pero como están los 
premios hoy por hoy … también se premian… cuando Saramago tuvo que dar el premio 
Clarín yo vi la cara que puso y el problema es que muy perverso, hay una 
preselección y le hacen llegar cuatro o cinco, los otros se ponen de acuerdo y 
bueno, premian.  Cuando yo recibí el premio Casa de las Américas no lo 
podía creer, eso es un estímulo, eso es entender que uno está en el camino. Lo 
de Cesar Tiempo que yo no lo conocía… él me quiso conocer, fue en la primer 
novela, esa primer novela tiene palabras de Sergio Renán, ¿por qué? Porque el 
editor se lo dio a leer, y me encontré con palabras de él. Me lo encontré en la 
presentación y le fui a agradecer. Esos son estímulos. Sábato también me decía 
“sos una escritora y de las buenas, preséntate a concursos 
internacionales” y yo no lo podía creer, era muy jovencita y Sábato me decía 
eso. Además yo no vengo de familia de escritores, mi padre ha sido un artesano. 
Me dieron mucho apoyo. Un premio no necesariamente es un premio
¿Un reconocimiento?
Mirá el reconocimiento y la medición de uno es de  los 
pares, los pares nunca te regalan nada. Yo mismo no regalo nada porque es un 
engaño. Si alguien me trae un poema… bueno por empezar no se puede analizar la 
poesía, pero  si alguien me pide opinión, yo lo tengo que decir medianamente lo 
que pienso, si es muy joven con mucho cuidado, si es muy grande, ¿por qué le 
tengo que decir “maravilloso, muy lindo”? como se dicen en Facebook, por eso 
cuando un par te lo dice sobre todo cuando no se lo preguntas eso es lo que uno 
tiene que tomar. Uno dice esto es lo mío, yo tengo que escribir. 
Y con respecto a su futuro, va a presentar un libro en 
julio.
Sí, se llama “Sin tiza ni pizarrón”  y es en favor 
de la educación pública. Es un personaje que no se vende, y que va ligado a otro 
dando clases en centros culturales donde Macri no paga, bueno no hablo solo de 
él, pero lo que hizo Macri es terrible.  Porque él lo que quiere es sacar estos 
centros, trato de este y muchos temas, un amigo que lo leyó me dijo “no es 
una novela solamente, es una análisis de la clase media en este país” como 
ella va viajando de un colectivo a otro y ahí aparecen las distintas voces, la 
fragmentación, la violencia y ella quiere leer y muy pocas veces puede. 
Para los interesados, ¿quién lo 
edita?
“Rueda”, el primero que edito Joyce en 
Argentina.
Muchas gracias Hilda
Gracias a vos. 
 
gracias
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