Nortland (del libro Sabés cómo siento a Buenos Aires de Hilda Guerra –Torres Agüero Editor)
si los pueblos no tuvieran memoria qué sería de los pueblos,
fui a trabajar al Uruguay ese fatídico fin de semana. No aguantaba
más la tensión aquí. Ojalá nunca hubiese traído este poema.
Nortland
un nombre más un barco más
un país más en el consenso
en la rama caída y arrastrada colonialista.
Un nombre más y uno menos
en la página siniestra de intereses imperialistas.
Lo vi imponente
arrogante
en un puerto dividido del nuestro
para dependencia y pobreza
para diezmar una geografía inmejorable.
Dividido sí
en el pasado
por los británicos.
Nortland
puerto de los orientales
en un sábado con frío en los huesos
traía nuestros soldados prisioneros.
Una lágrima quedó detenida a trescientos
metros escasos
mientras un guardia impotente me dijo:
no puedo dejarla pasar y estoy con ustedes.
Nortland
un nombre más
1051 almas con un mar de injusticia y frustración
adentro
se acercó lenta
firmemente
a un país sin razón de ser separado del nuestro
penetrado a mansalva por el otro imperio corrupto
nombre cambiable de máscaras
américa del norte.
Nortland
un nombre más en la historia de la ignominia
en un 12 de junio precedido de otros peores
y un dolor demasiado profundo para llorarlo.